Oui Are The Champions!
Esta mañana, al salir de casa, me ha pasado algo que hacía tiempo que no veía: el cartero con la bufanda del Barça. Y es que no es para menos, ya que anoche el F.C. Barcelona conquistó la Liga de Campeones en París. Fué un partido extraño, con la expulsión del guardameta del Arsenal, marcando luego el equipo inglés a balón parado y llegando al descanso con este resultado adverso. Pero las cosas fueron raras desde el primer momento, ya que Andrés Iniesta no salión en el once titular, en favor de Van Bommel. El Barça salió nervioso y eso lo aprovecharon los gunners para poner a prueva a Víctor Valdés. Impresionante en las dos paradas, sobre todo la primera, un mano a mano con alguien que no acostumbra a fallar: Henry. Con el portero alemán del Arsenal ya expulsado, Almunia, su suplente, sacó una mano de oro en un disparó de Eto'o que terminó por estrellarse en el poste. 0-1 y descanso.
En la reanudación del partido Iniesta salió por Edmílson, y con la entrada del albaceteño las cosas cambiaron. El Barça tuvo más control del balón pero parecía complicado marcarle un gol al Arsenal. Fué entonces cuando Larsson (que había salido por Van Bommel) recibió el esférico y asistió para Eto'o. El camerunés se zafó del marcaje y encaró la portería para marcar por el único hueco posible. En otro partido no hubiese marcado, pero en la final sí. Era su momento. Estalló el delirio. Sólo faltaba un gol más para poder ofrecer la segunca Copa de Europa al cielo de París. Y fué el menos pensado, un jugador que no pasa de correcto dentro del vestuario barcelonista. Un jugador que salió del banquillo para sustituir a Oleguer (mal partido del de Sabadell, que falló en el marcaje en el gol de Campbell) para entrar en la historia del Barça: Juliano Haus Belletti. Se internó por la banda y chutó raso, rebotando en las piernas de Almunia y entrando en la red. Parecía no ser real, ni él mismo se lo creía. Cuando el partido terminó la bomba estalló. El Barça había conquistado su segunda Copa de Europa. Puyol levantó el trofeo y la euforia se desató.
Gràcies Barça, todos los que estábamos en Canaletes vimos la Torre Eiffel.