viernes, 15 de septiembre de 2006

Whisky, por favor

A menudo me gusta comparar el disfrutar la música que me gusta con saborear un buen whisky --o whiskey, si no hablamos del escocés--, hechos, los dos, que pueden parecer dispares pero que guardan ciertos puntos en común. Hay discos que en cada audición se descubren nuevos matices; lo mismo pasa con el buen whisky, a fuerza de ir probando y degustando uno le encuentra el gusto y, a cada nueva cata más aromas y sabores. Para mi, el buen whisky y la buena música van unidos y si puedo disfrutar de estos dos placeres a la vez ¿por qué hacerlo por separado? Aquí van tres ejemplos que dan crédito de que la unión del agua de Escocia y la música pueden producir grandes cosas.


Whiskey In The Jar. Thin Lizzy. La canción versionada por el grupo de Phil Lynnott es un tema tradicinal del folk irlandés y cantada a diario en los pubs del país. Más grupos y artistas la han adaptado, pero me gustaría centrarme en la versión de Thin Lizzy, ya que para mi es un tanto especial. Esos punteos iniciales de guitarra han pasado a la posteridad, así como la interpretación vocal de Lynnott, otro genio que nos dejó antes de tiempo. Ideal para acompañar con un whisky Oban.


Whiskey, Whiskey. Tim Hardin. Título más explícito que el de esta canción sobre el tema a tratar imposible. Este cantautor homenajea al whiskey con este tema, pieza que me ha marcado profundamente, pués con ella descubrí al gran artista que la compuso. Es un corte que aconsejo gozar con un bourbon, por ejemplo un Four Rouses.


Whiskey Woman. The Flamin' Groovies. Hemos hablado de mezclar el whisky y la música, pero los Flammin' Groovies además incorporan el elemento femenino. Cuando empieza este tema y lo escuchamos por primera vez podemos pensar que es una balada, pero cuando los minutos pasan deriva hacia un rock 'n roll salvaje, haciendo honor a las características del grupo. Rock 'n roll en estado puro... ¿qué tal amenizarlo con Jack Daniel's?

Marc Bolan

Hoy hace 29 años que Marc Bolan murió en un accidente de coche. Tenía 30 años y el hecho lo convirtió en mito de forma instantanea. De nombre real Marc Feld, fué el precursor del glam rock, movimiento al cual en seguida se le añadieron artistas como David Bowie. La discografía de Bolan con T-Rex --antes existió Tyrannosaurus Rex-- es sustancial, pero si hay un disco que me toque la fibra es el popular Electric Warrior, actual disco de la semana. Esos puntuales punteos de guitarra me llegan al alma, adornando las canciones dándoles ese toque tan personal y reconocible. Fan de Syd Barrett, Bolan tuvo una vida intensa que nos dejó un gran legado musical. Gracias.

martes, 12 de septiembre de 2006

Nick Drake | Things Behind The Sun

25 de noviembre de 1974. En una casa llamada Far Leys una mujer, de nombre Molly, se extraña de que su hijo no se haya levantado aún, pués él nunca suele estar durmiendo cuando llega el mediodía. Sube a su habitación y lo encuentra estirado en la cama, inmóvil, con un bote de antidepresivos que solía tomar. Sobre el tocadiscos uno de los conciertos de Brandemburgo de Bach. Ella se acerca y comprueba que está muerto. Lo que Molly no sabe es que con la muerte de su hijo acaba de nacer uno de los mitos musicales más olvidados. Tenía 26 años cuando nos dejó. Su nombre: Nick Drake. ¿Fué un suicidio? Eso nunca lo sabremos ya que no dejó nota alguna. Puede que se tomara por equivocación los antidepresivos cuando realmente quería tomar unos somníferos. En todo caso le provocaron una sobredosis que terminó con su vida y con su injusta infravaloración.

Como otros grandes artistas Nick Drake fué un incomprendido mientras vivió. De personalidad reservada y fría, la gente lo recuerda como un chico discreto y al que siempre le gustaba pasar desapercibido. Era un gran amante de la música clásica, del rock y del folk, lo que le llevó de bien jovencito a aprender a tocar la guitarra, instrumento con el cual crearía un disco atemporal: "Pink Moon". Antes vendrían otras dos obras maestras como "Five Leaves Left" y "Bryter Layter". La personalidad del artista la podemos comprobar en sus contadas actuaciones en directo, en las que tocó mirándose los pies, nunca al público asistente, más pendiente de hablar y beber que de escuchar la música de Drake. Seguro que hoy en día muchos de los asistentes deben arrepentirse de haber tenido a un genio al lado y no haberle prestado atención. Nick lo pasó mal actuando y dejó los escenarios para dedicarse exclusivamente a componer canciones, canciones extremadamente bellas y tristes.

Cuando tenía 22 años su frágil estabilidad emocional le provocó una depresión, hecho que le llevó al psiquiatra. "Five Leaves Left" y "Bryter Layter" ya se habían editado, pero los resultados comerciales no fueron los esperados. En este contexto Nick Drake aceptó la oferta de Chris Blackwell, el dueño de Island Records, para pasar el verano en el apartamento que éste tenía en la costa española. En él compondría las canciones de su disco "Pink Moon", último trabajo del artista. Una guitarra, un piano y su voz. Estos son los ingredientes de este disco editado en 1972. Cabe mencionar que el piano, tocado por el mismo Drake, sólo aparece en la primera y homónima canción. La grabación duró dos días, con Nick sentado de cara a la pared con su guitarra. Del mismo modo en que Robert Johnson enregistró sus canciones, Drake grabó "Pink Moon", con la única diferencia de tener a su disposición un mejor equipo de grabación. Al igual que aquél músico que se rumorea que vendió su alma al diablo, Drake transmite todo lo que quiere decir y más con su fiel guitarra. Cada vez que escucho Things Behind The Sun se me eriza la piel. Y pensar que los másters del disco estuvieron unos días en la recepción de Island Records esperando ser encontrados... Nick Drake los dejó ahí, sin explicaciones ni remordimientos. Puede que pensase "mi música está aquí, pero yo me voy". Si los dos primeros discos se vendieron poco, éste último menos aún. Nick ahondó en su depresión y buscó nuevos caminos, como intentar entrar en el ejército o trabajando como programador de ordenadores. En verano de 1974 se fué a París, buscando aires nuevos pero al cabo de un tiempo volvió a casa de sus padres. Lo que pasó después ya es sabido.

Nick Drake representa la soledad del gran artista; una persona que vivió entre nosotros pero que pasó desapercibida mientras se refugiaba en su mundo, un espacio de melancolía, nostalgia y, a menudo, tristeza. Vehiculó todo lo que sentía mediante sus canciones, composiciones unas veces con arreglos, otras con su simple guitarra, pero todas con un nexo de unión: la inconfundible voz de Nick Drake. Murió incomprendido pero, ¿quién puede negar que no era eso lo que pretendía?

jueves, 7 de septiembre de 2006

Canciones Olvidadas | Entrega 1

Helplessly Hoping. CS&N. Impresionante capella acompañada por una dulce guitarra acústica. En este tema podemos comprovar las excelencias vocales de este trío, clave en la historia de la música moderna. Los diferentes timbres de las tres voces se mezclan creando una aureola musical realmente bella.
Rattlesnake Shake. Fleetwood Mac. El genio de Peter Green se manifiesta en temas como este. Un blues directo y sin tapujos perteneciente al último disco de Green con el grupo: Then Play On. Lo que parecen ser palmadas de manos acompañan en el ritmo, incesante de principio a fin. Con este tema Green ahonda en sus raíces musicales, pero no sin darle esas texturas clásicas en él, que hacen que cada vez que escuches sus canciones descubras alguna cosa nueva.
Chest Fever. The Band. Pieza que aporta un toque psicodélico al LP que la contiene, el imprescindible Music From Big Pink. En Big Pink --casa dónde el grupo vivía-- se crearon piezas como esta, una melosa composicion llena de sabores, proporcionados por los múltiples instrumentos que la componen. Aqui The Band deja patente que era un conjunto de grandes instrumentalistas.
Never More. Elf. Antes de aterrizar en Rainbow, un tal Ronnie James Dio era el cantante de Elf. Acreditaba, en piezas como esta, una voz muy personal y dotada. Ritchie Blackmore lo vio y no paró hasta conseguir que cantara en su nuevo grupo. Entonces vendría la fama, pero antes de eso nos dejaba canciones como esta con un grupo que nunca fué conocido ni valorado como merece, pero que puede ser el único de presumir que gracias a él Dio es Dio.
Sand And Foam. Donovan. En este corte del disco Mellow Yellow, Donovan nos demuestra lo que puede hacer con una simple guitarra y su voz. Una hermosa melodía baña una canción que se hace corta todas las veces que se escucha, pues la dulcura de la voz de Donovan provoca ese efecto. ¿Y la lírica? Donovan es un poeta... La belleza hecha música.