jueves, 17 de enero de 2008

Lugares Míticos | Max's Kansas City


Desde hace unos días no paro de pensar en New York City, una ciudad que me marcó de por vida. Ardo en deseos de volver a pasear por sus calles, de terminar los días con el cuello molido de tanto mirar hacia arriba, de viajar en la red de metro más larga del mundo, de ir a Ellis Island, de volver a subir al Empire State, de contemplarlo desde lo alto del Rockefeller Center y, sobre todo, de volver a impregnarme de la enorme historia musical que alberga. Tengo ganas de volver a estar delante de lo que fue uno de los clubes más importantes del underground newyorkino de finales de los '60: el Max's Kansas City.

Fundado por Mickey Ruskin en diciembre de 1965, en seguida se convirtió en el punto neurálgico de los artistas más vanguardistas de la ciudad, entre ellos Andy Warhol. Y hablar de Andy Warhol es hacerlo de uno de los grupos que lideró el escenario del Max's en esos tiempos: The Velvet Underground. Precisamente allí hicieron su último concierto con Lou Reed, el famoso The Velvet Underground: Live at Max's Kansas City. Por cierto, se comenta que este concierto fue el primer pirata en editarse bajo un sello discográfico, pero yo no lo sé, así que espero que los eruditos puedan sacarme de dudas. En fin, que la historia del Max's la podéis encontrar en la Wikipedia. A mi lo que me interesa es contaros las sensaciones que tuve estando delante del 213 de Park Avenue, o lo que es lo mismo, la Cuarta Avenida. Para seros sinceros me informé poco antes de ir, tan poco que ni siquiera sabía que el club ya no existía. Al principio no vi nada en ese nº 213, así que entramos en un hotel que hay al lado y preguntamos. El tío quiso ayudarnos pero no tenía información. Igual el nº estava equivocado... pero no. Así que volvimos delante y la sorpresa para mi y mis amigos fue encontrar una placa en honor al Max's. Es sólo una placa, sí, pero demuestra que allí hay un pedazo de la história de la música y de la cultura de la ciudad. Me hubiese gustado encontrar lo mismo en el 31 de Tottenham Court Road, en Londres, en el lugar donde estuvo el UFO Club. Pero eso es otra historia...

Allí y no en otro sitio Lou Reed había tocado por última vez con la Velvet Underground. Por esa puerta había entrado Andy Warhol y ahora nosotros estábamos contemplándola. Fue algo realmente emocionante pese al desencanto inicial que provocó la notícia de que el club ya no existía. Otra vez voy a informarme hasta hartarme. La placa que había rezaba lo siguiente:

--Max's Kansas City 1965-1974--

At this site Mickey Ruskin opened his famous restaurant, bar, music venue and hangout, wich Andy Warhol described as "the coming together of Pop Art and Pop Life somewhere between a Viennese coffe house, and artist's salon and an American Bohemia." A natural intersection of art and music, Robert Rauschenberg was a regular, the Velvet Underground Played, and punk was born from performances by The New York Dolls and The Ramones.

Max's Kansas City

Un lugar emotivo que visitar para un melómano, como decenas de otros clubes. Por desgracia hay poco tiempo para visitarlos todos, pero por suerte hay ganas de volver a la Gran Manzana para conocerla mejor, para saciar el mono del miticismo y, como no, para deleitarse con los excelentes Jack Daniel's que preparaba el amigo Bob. New York City is waiting...



jueves, 10 de enero de 2008

Mystic Siva | Mystic Siva (1970)

Aparco por unos momentos las Crónicas Californianas porque siento la terrible necesidad de hablar de un disco, un disco que me absorve hasta dejarme sin aliento. Empiezo el día y lo pongo en el iPod con la opción "repetir" activada, así no parará de sonar hasta que yo tenga bastante, hasta que mi mente esté saciada de psicodelia de la pura. Y por si no tenía bastante hoy mismo me ha llegado a casa la lujosa reedición en cd de tan preciada joya para los oidos. La verdad es que es un digipack con unas tapas duras de verdad. Da gusto abrirlo y poner el disco, y que la música y el arte de unos adolescentes fluya sin restricciones.

Estamos hablando de Mystic Siva, un grupo de Detroit que en 1970 editó uno de los discos más oscuros y buscados para los devoradores de psicodelia americana. Alucino imaginando a Marc Heckert (14 años) tocando su órgano con la inevitable influencia del primer disco de The Doors, a Art Thienel (15 años) marcando las pautas del desarrollo musical con su bajo, a Al Tozzi (15 años) punteando la guitarra de esa manera y dando forma a grandes solos psicodélicos con su guitarra y a Dave Mascarin (15 años) tocando la batería, cantando, escribiendo todas las canciones e ideando el diseño gráfico del disco.

No puedo entender como unos chicos de su edad consiguieron concebir una obra de tal magnitud, que empieza con la poderosa Keeper Of The Keys, un tema que ya nos traza por donde iran los tiros, con una fuerte base de órgano, bajo y batería, y con el potente solo de Tozzi que parece no tener fin. Y dura y dura... y me encanta... desearía que no terminara. Mientras otra guitarra se solapa por debajo creando unas interesantes texturas musicales. Y Mascarin... esa voz no parece la de un chico de 15 años. Y de la catársis psicodélica nos sumergimos en And When You Go, un tranquilo tema dominado por el organillo, una tranquila guitarra y la nostálgica voz de Mascarin. Tranquilo y relajante, recordando aquello que hicieron los dos antes de que ella se fuera. Y como si nada volvemos a la fiesta con Eyes Have Seen Me, cuyo poderoso y pegadizo riff ya forma parte de mi vida. Esta vez Mascarin canta con la ayuda de los coros en alguna frase y con la siempre presente base órgano-guitarra-bajo-percusión. Pero aquí Tozzi utiliza una guitarra más ácida, más acorde con los sonidos lisérgicos californianos. Mientras Mascarin recita cosas sobre ella la banda toca y toca... y grabaron todo el disco en un solo dia.

Tras finalizar de forma súbita el tema entramos en el mundo Doors con Come On Closer. Sin duda alguna Jim Morrison y los suyos están presentes en esta excelente composición de tintes blueseros que nos transporta a Venice Beach tres años antes, cuando Jim & Cia editaron su poderoso disco debut. Es en detalles como Come On Closer cuando queda patente la influencia de una gran banda. Por cierto, sublime final. Sunshine Is Too Long muestra una curiosa percusión y un hermoso ritmo por parte de la guitarra y el órgano. Tozzi se luce una vez más, pero ahora a menos volumen que las otras veces, con un solo marca de la casa. No sé yo pero ese ritmo con la guitarra me recuerda a Jimi Hendrix... Y llegamos a uno de los puntos álgidos del disco: Spinning A Spell, una lisérgica composición que adquiere más potencia conforme van pasando los minutos. Los Doors, otra vez los Doors... pero esta vez con la inclusión de un acurado solo de guitarra, que entra demoledor, como una hacha partiendo un trozo de madera. Un solo de heavy psychedelia, eso es. Grandioso tema para cerrar la primera cara del disco.

Y una vez le damos la vuelta al plástico nos encontramos con Supernatural Mind y su tétrico inicio, para luego desembocar en un mural sónico de lo más agradable. El órgano de Heckert no para, no para... Y Mascarin en el estribillo marca la pauta para que Tozzi entre avasallador, devastador y demoledor. Me pongo de rodillas ahora mismo para idolatrar lo que suena: psicodelia, psicodelia y más psicodelia. Sin duda uno de los mejores cortes del disco. Find Out Why es otro tranquilo y melancólico tema para tirarse en el sofá y recordar aquellos maravillosos años. Un poco de suavidad no viene nada mal, escuchando el desarrollo organístico, sobre todo para encarar Magic Luv, una auténtica bomba de relojería. Mascarin se sale, al igual que sus colegas. Se me estremece la piel cuando escucho el macabro estribillo, para dejar paso a unos ácidos y blueseros punteos de guitarra. Hipnótico y alucinante tema. Touch The Sky empieza con un agradable ritmo que deriva en otro solo de Tozzi, esta vez también a menos volumen, así que podemos apreciar el trabajo del resto de músicos con más claridad. Pero que queréis que os diga, a mi me mola cuando el tio graba alto. Y finaliza el disco con una de las composiciones más desarrolladas instrumentalmente: In A Room. La intro de la canción es acurada y realmente nos prepara para lo que va a venir después, un grito de Mascarin que deriva en algo parecido a un pato (quizás escuchó algo de Syd Barrett antes), para luego recitar y recitar con una potente base rítmica de trasfondo. A destacar el perpetuo órgano de Heckert en conjunción con la guitarra de Tozzi. Pero no nos olvidemos de Thienel y su bajo, que durante todo el disco arropa los dos instrumentos estrella. Y ahora aullidos... Syd Barrett está presente... who are you?! Tétrico final para un disco sublime.

Este es un trabajo ineludible para los amantes de la psicodelia americana y los aficionados a la música en general. Una autentica obra maestra que, de haber sido grabada en condiciones, sería más y más espectacular. Los propios Mystic Siva reconocen que la mezcla final no les terminó de contentar, ya que en el estudio donde grabaron el rock no era una de sus especialidades... No obstante les salió un disco redondo y que podéis descargar en el siguiente link, gentileza de ChrisGoesRocks

Mystic Siva | Mystic Siva (1970)

sábado, 5 de enero de 2008

Crónicas Californianas | Día 3

Más de un mes desde el último post. Las cosas a veces van así, trabajo, obligaciones y, al llegar a casa, ganas de descansar, escuchar música y relajarse. Y así pasando los días hemos llegado al nuevo año, un año que espero que sea favorable para todos vosotros en todos los aspectos. Para mi es un año de cambios importantes, de un asentamiento laboral definitivo, así como tiempo para vislumbrar un futuro con garantías y que me permita seguir haciendo todo lo que me gusta y deseo. Como por ejemplo seguir viajando por el mundo acompañado de buenos amigos mientras las notas siguen sonando...

El tercer día en California empezó temprano, ya que desde Bif Sur debíamos llegar a Los Angeles a una hora concreta, pues teníamos entradas para ver a los Lakers, uno de los equipos más míticos de la NBA. Así que entre niebla y más niebla poca cosa vimos de la escarpada costa, aunque algo sí que se intuía... En una de las paradas pudimos contemplar a focas viviendo en estado natural, mientras las olas del siempre alterado Pacífico golpeaban las rocas. Vale la pena pasarse un rato viendo las focas para contagiarse de su calma, y más en los tiempos de estrés en los que vivimos.

En estat natural...

Pero el camino debía continuar y, a fín de llegar a tiempo dejamos la Route 1 por la 101. No voy a nombrar todos los cochazos que vimos en la autopista para no hacerme pesado, pero sí que voy a decir que vimos algo realmente asombroso: un seat 600 tunning. Y está fotografiado. Si a alguien le interesa que me lo comente por mail, ya que prefiero poner una foto del espectacular Mustang que nos adelantó. Rancheras de ensueño, camiones personalizados, Harleys, Mustangs... Viajar por USA es distinto y punto. Y me estaría toda la vida viajando por esas carreteras, saboreando lo genuino, lo espectacular y lo exagerado. Y estoy seguro de que terminaría comprándome una ranchera en uno de esos espacios típicos de venta de segunda mano. Pero bueno, dejemos los sueños para otro rato que hemos llegado a L.A.

Los Angeles es algo realmente inabarcable. Imaginad las típicas rondas de Barcelona pero con seis carriles por banda. Y en seguida uno se da cuenta de que ha llegado a la meca del cine viendo los murales dibujados en las paredes, motivos de películas y de actores que ya forman parte de la historia del séptimo arte. El hotel se encuentra en pleno Hollywood, a un tiro de piedra de la famosa Capitol Records Tower, la primera torre de oficinas circular del mundo. Genial hotel de la cadena Best Western y que recomiendo desde estas líneas. Pero poco tiempo podíamos perder en el hotel porque nuestra visita al Staples Center estaba cercana, muy cercana, así que con toda la ilusión del mundo para ver un partido de los Lakers allí nos dirigimos.

Las sensaciones que tuve en los momentos previos a la entrada al Staples Center son similares a las previas de un partido del Barça en el Camp Nou. Me justifico: famílias acudiendo al estadio con las camisetas de los Lakers, niños merodeando por los alrededores con la ilusión de ver a sus ídolos, parejas,... todos haciendo tiempo antes de que las puertas abriesen. Y todas las escenas custodiadas por la mítica estatua de Magic Johnson, que se destaca por encima de todo por lo que representa: a uno de los mejores jugadores de la historia.

Magic... per sempre

Una vez dentro todos directos a la tienda a comprar y luego a buscar el asiento. Imponente. Así es el Staples Center por dentro, con capacidad para veinte mil personas. Después de comer algo en los múltiples puntos de venta empezó el espectáculo. Todos de pie para escuchar el himno de los EUA cantado por una chica y a presentar a los jugadores. Como no puede ser de otra manera la ovación de la noche fue para Kobe Bryant, que hizo 33 puntos sin despeinarse. El básquet que se practica en la NBA es otro mundo y quedó patente desde el primer momento. Los Lakers ganaron y todos felices para casa. Al igual que Jack Nicholson (miradlo en la foto, a pie de pista, con una chaqueta marrón y sus gafas de sol), asistente de lujo en todos y cada uno de los partidos. Fue curioso poder ver como el actor deja paso al forofo... Nosotros, por nuestra parte, nos fuimos con las sensaciones que uno puede tener después de asistir a uno de los espectáculos deportivos más grandes del mundo.

Lakers!

Y, como no podía ser de otra manera, la primera noche en L.A. terminó bañada en alcohol en un bar cerca del hotel. Siempre se agradece un poco de whiskey por la noche, así que brindamos por California, por L.A., por los Lakers, por sus animadoras, por Kobe Bryant y por la madre que nos parió.