martes, 6 de septiembre de 2005

Un ballet y Pink Floyd

Llegué a los alrededores del Teatre Tívoli una hora antes del espectáculo, para vivir un poco el preámbulo del acto. Tomé un par de fotos de la cartelera y esperé fuera, mirando cómo un grupo cada vez mayor de personas hacía cola. Cuando se abrieron las puertas y entramos en el teatro, me encontré en un escenario muy bonito y, creo yo, digno para acojer un esdevenimiento de este tipo.

Con algo de retraso empezó Run Like Hell, interpretada por un solo bailarín. Coincido con Syd Barretina en que fué un inicio un poco pobre. Sonó luego el tema Money, con ya más bailarines en escena, haciendo movientos perfectamente acorde con lo que es la canción. Se movían como robots... como máquinas registradoras. Yo no podía evitar el cantar las canciones -pero sólo moviendo los labios- mientras gozaba con el trabajo de esos artistas japoneses.

Una de las novedades del ballet fué el "paso a dos" creado por Roland Petit. En él, un bailarín y una bailarina se mueven mientras la intemporal The Great Gig In The Sky fluye por los altavoces. Fué este un gran momento, con la pareja simulando amarse y al compás de la melodía... la mujer que tenía a mi lado soltó un "ooohh"...

En One Of These Days se pudo ver todo el potencial de los bailarines, coordinando movimientos de forma rápida y precisa, de un lado a otro del escenario. La coreografía era rápida y frenética, haciendo honor al ritmo de la canción, sobre todo cuando el slide deleita los oídos de un fan.

Fué increble el hecho de que todos los espectadores escucharan canciones como Careful With That Axe, Eugene, When You're In o Obscured By Clouds, temas no precisamente famosos de la banda, pero que claro, cuando se estrenó el ballet a principios de los '70 eran los temas que tocaban en directo.

Para finalizar hubo otra interpretación de Run Like Hell, esta vez más potente y vistosa, a cargo de unos cuatro o cinco bailarines de street dance. La ovación posterior fué impresionante, con la gente entregada y de pie, premiando el trabajo de esos profesionales y de Roland Petit. Nos volvieron a deleitar con una repetición de One Of These Days y me fuí a casa con un sabor de boca inmejorable.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdona que retome este viejo artículo, es que este agosto actúa en Madrid y Barcelona un Ballet de Pink Floyd que supongo será parecido al que comentas. El de Madrid está programado en los veranos de la villa. Y no me lo voy a perder. Comparto contigo tus gustos musicales.

Eclipse dijo...

La verdad es que me alegra tu comentario aqui, como todos los comentarios, pero en este post en concreto, pues creo que fué un gran espectáculo que ha pasado un poco desapercibido. El ballet al que asistirás es el mismo que se representó el año pasado en Barcelona, así que seguro que disfrutas. En fin, espero que me cuentes qué tal fué.

Un saludo y gracias por tu comentario.