Día 1

No es una sorpresa quedar atrapado por la belleza nocturna de Broadway por la noche y nosotros no fuimos una excepción. Basta con decir que recorrimos cincuenta metros en una hora...
Jim Beam y a dormir.
Día 2
Sin duda alguna la jornada más intensa. Nos dirigimos a la Grand Central Terminal y contemplamos los edificios de sus alrededores. En plena calle 42 nos encontramos con la majestuosidad del Chrysler Building, que pedía fotos a gritos. Entramos en el hall, decorado con mármol y a buscar el metro a la Grand Central, vigilada por el edificio Met Life.La sala principal de la estación es realmente espectacular. Custodiada por numerosas banderas del país, se nota que es la arteria principal de la ciudad si hablamos de transporte público.
Después de algunos problemas de orientación en el Subway llegamos a Brooklin y atravesamos el famoso puente hasta Manhattan. La Zona Cero fue la siguiente parada. La verdad: impresiona. Impresiona el pensar que allí pasó lo que pasó en aquél fatídico 11 de septiembre del 2001. A través de los plásticos que cubren las verjas puede observarse la frenética actividad en el lugar que ocupaban las dos torres. El lugar volverá a florecer, sin duda, pero va a tardar, cual bosque después de un gran incendio.

Tras pasar unas medidas de seguridad dignas del más seguro aeropuerto y embarcar en el ferry hacia Liberty Island, el skyline nos deleitó con su increible perfil. No me cansé de fotografiarlo mientras a la izquierda la Estatua aparecía como icono, como símbolo y como buque insígnia de la ciudad. Vale la pena anclar en Liberty Island para contemplar de cerca esa imagen que tantas veces uno ha visto en todas partes pero nunca al natural. Y al natural gana, siendo más grande de lo que parece vista en fotografías. Mega sesión de fotos y hacia Ellis Island... o no, ya que por dos minutos perdimos el último ferry... así que nada, hasta Manhattan de nuevo, ducha, relax y Empire State por la noche.

Jim Beam y a dormir.
Día 3
Chinatown, Little Italy y el Soho fueron las zonas que visitamos por la mañana. En Chinatown compramos, como no, imitaciones de relojes. Y en Little Italy comimos... pasta. Nos dirigimos hacia la calle Bowery, zona ya underground de la ciudad, y nos encontramos, por fin, con el mítico club CBGB. O mejor dicho, con lo que queda de él después de que cerrase el pasado octubre. En él empezaron artistas como los Ramones, Patti Smith o Television. Menudas sensaciones tuvo un servidor estando ahí delante y pensando que por esa puerta habían entrado esos ídolos musicales.

Por la tarde fuimos de nuevo a Times Square y seguimos andando por la calle 42 hasta llegar al muelle desde el cual parten barcos turísticos. El nuestro no era precisamente tranquilo, ya que iba a toda pastilla y el tipo se pasaba el rato mojando al personal con sus múltiples armas, tales como metralletas o bazocas de agua.
Jim Beam y a dormir.
Día 4
Por la mañana fuimos al Harlem en una excursión que ya teníamos contratada. Visitamos un poco el barrio, estuvimos delante del teatro Apollo, en una casa de George Washington estratégicamente ubicada,pasamos por el lado del estadio de los Yankees, en el Bronx, y asistimos a una misa de gospel. La misa estuvo bien, pero no era lo que esperábamos, quizás porque la iglesia era pequeña o por lo que fuese. Pero yo me lo pasé bien, pues antes que nada soy amante de la música y el gospel me gusta. En todo caso es una experiencia muy recomendable.

Descansar en el Central Park es grato, igual que en el Hyde Park londinense. Destaca el lago central con las vistas de los rascacielos al fondo, o la típica estampa newyorkina: gente realizando actividades en el parque en contraposición a la magnitud de las construcciones urbanas. La obligada visita al Museo de Historia Natural empezó bien, ya que la entrada era gratis al tratarse de domingo. Expone multitud de animales disecados y de dinosaurios, así como de objetos relacionados con la historia de las civilizaciones. La verdad es que tuvimos poco tiempo para visitarlo, pues nos echaron literalmente a las 18.30h. Hasta la hora de cenar estuvimos disfrutando del parque y del ambiente, ya que domingo era el día ideal debido a que los newyorkinos hacen fiesta y muchos deciden pasar el día en el pulmón de la ciudad.
Jim Beam y a dormir.
Día 5
Paseo por la Quina Avenida, empezando por la Biblioteca Pública de New York y siguiendo por el Rockefeller Center, la catedral de St. Patricks, el Atlas y las múltiples y lujosas tiendas que acaparan la avenida más famosa del mundo. Como no, entramos en Tiffany & Co., una de las joyeras más caras del mundo. Volvimos tras nuestros pasos cuando llegamos al Central Park y enfilamos la calle 42 hacia el Este, con destino la sede central de la ONU. Frente a ella la Trump World Tower, el edificio 100% residencial más alto del mundo.

Jim Beam (foto con el dueño del bar dentro de la barra) y a dormir.
Día 6
Nos relajamos paseando por los alrededores del hotel y visitando el Madison Square Garden, que quedaba al lado. Es un lugar mítico, sin duda, pero yo pensé que era más grande y eso me decepcionó un poco, pero vamos, que la visita guiada que hicimos estuvo muy bien y sirvió para pisar esas memorables gradas, que tantas veces han hecho vibrar tanto a los amantes del deporte como de la música. Y hablando de música, irse de New York sin un souvenir del CBGB es un sacrilegio, así que nos dirigimos a la tienda oficial para dejar nuestra condición de herejes.
Jim Beam y a dormir.
Día 7
El día de la despedida de la ciudad fue tranquilo, pues nos pasaban a buscar a las 14.30h para ir al aeropuerto. Paseamos por los alrededores del hotel y fuimos al bar que cada noche vio nuestros cuerpos ingerir cantidades ofensivas de whiskey. Mis colegas siguieron con la tradición, pero yo preferí ahondar en esa stout que es la Murphi's. La camarera, en ver la foto con el jefe del local, conectó en seguida con nosotros y, como no, nos hicimos una foto dentro de la barra con ella. Eran nuestros últimos momentos en la ciudad que nunca duerme y los vivimos intensamente.
Ha sido un gran viaje y una mejor experiencia junto a mis colegas. Recomiendo ir a New York al menos una vez en la vida. Todo allí es grande, lleno de taxis, y con gente amable acostumbrada a tratar con el turista. Espero que esta larga crónica no haya sido pesada. Sólo queda decir: ¡New York! ¡New York!
Impressionant!!!
ResponderEliminarLa veritat es que despres de llegir la cronica de NY, t'entren unes ganes d'anari que espanta, les fotos son realment bones, i impressionants.
Crec que has escollit un dels millors viatges que es pugui realitzar mai en la vida, ara fins el proxim,...
Bye.
Pues sí... me alegro de que el disfrute haya estado a la altura de la medida de Jim Beam consumido... pero...
ResponderEliminar...pero... y el Dakota???... no habeis estado en el Dakota...???
Una gran crònica de la ciutat de Nova York, que transmet la intensitat de la ciutat que mai dorm.
ResponderEliminarEl millor...sens dubte el Naked Cowboy jajaja.
Nena,
ResponderEliminarMe n'alegro que les fotos t'agradin, les vaig fer amb el màxim interès. I cert, ara toca el proper viatje...
Carrascus,
Igual te has saltado el párrafo que habla del Dakota, pero si miras debajo de la foto del Naked Cowboy hablo sobre él, y además tienes colgada una foto en Flickr, jeje.
Por cierto, lugar enigmático el Dakota...
Quim,
Quan vaig veure el Naked Cowboy va ser increible. La càmera no parava de disparar, doncs el tiu es feia fotos amb les paies mentre els hi tocava el cul. Ja te les passaré jejeje.
Saludos a todos!
Uuuuff... sorry... me salté ese párrafo y el siguiente, es decir, que después de mirar la foto del naked cowboy dí por cerrado el día 4...
ResponderEliminarPues no he dicho ná, usté disimule...
Carrascu,
ResponderEliminarigual en ver al Naked Cowboy has preferido guiar la vista hacia otra parte, jeje, lo comprendo... para la proxima vez espero contemplar también una Naked Cowgirl...
Buah, que envídia (de la sana). Debe ser tan espectacular que ni te lo crees.
ResponderEliminarPronto iré. Seguro.
Elena,
ResponderEliminarLlevas razón, aún no me lo creo, jeje. Y cuando vayas ya me lo contarás tú a mi. Por cierto, genial crónica de los Rolling la tuya. Yo también estuve y la tengo pendiente, pero todo llega...
Qué suerte, he ido a dar con este post quince días antes de ir a NY.
ResponderEliminarGracias!
Chucho,
ResponderEliminarMe alegro de que vayas a esta gran ciudad. Seguro que disfrutas de lo lindo. Por cierto, te recomiendo el Jack Demsey's, un pub situado en la calle 33, entre la 5ª y 6ª avenida, justo detrás del Empire State. Allí inundamos nuestros cuerpos con dosis de bourbon. Bob, el jefe, es un crack.
Saludos!
Tal y como lo indicas, con visitas propias de mitómanos, es un viaje pendiente.
ResponderEliminarClaro que debo extenderlo a New Jersey al menos unos días (el Boss es el Boss).
Sí, al menos una vez en la vida.
Mmmm...habrá post sobre lugares míticos para cualquier amante de la música??
ResponderEliminarPinso en New Yprk y siempre me acuerdo de el CCBC (o como se escriba), la Factory, etc. Y Rhapshody in Blue de George Gershwin. Y "New York, New York" de Frank Sinatra.
Me había planteado ir en Setiembre e NY pero no, tengo que contar la pasta y tal.
PD: Gracias por tu comentario sobre mi crónica del concierto de los Stones
¡Madre mía! Me habían hablado de este blog, de sus crónicas musicales o idas de olla varias. Pero lo único cierto, que aquel que lo escribe, aquel que lo redacta, aquel que nos dibuja una sensación tal cual como la ha observado, es decir, eclipse el "magnánime", merece un aplauso cibernético (plas plas plas.com) por su inmenso trabajo. Te quiero, por cómo eres, por quién eres y por lo qué eres...¿Cuándo tú me querrás..?
ResponderEliminarElena,
ResponderEliminarNo lo dudes, habrá artículos sobre lugares míticos. En concreto tres: CBGB, Max's Kansas City y Dakota. Pero tranquila, que tengo en mente volver a esta gran ciudad cuando la zona 0 deje paso a ese complejo de rascacielos... y buscar nuevos lugares míticos.
Un saludo!
Que envidia...
ResponderEliminarNo es podia fer una crònica més fidel, precisa i nítida de la nostra visita a la grna metropoli Mundial.Un mes després de la nostra tornada i després de dixar sedimentar totes les experiències viscudes he decidit tornar-hi a fer una ullada. Bé, com que mai escric comentaris (degut a la mandra que tu tant censures), t'agareixo la crònica i l'estalvi de temps que m'ha suposat no haver de narrar tot el viatge de forma detallada, doncs a pesar de les múltiples anectodes i detalls a explicar el nostre lèxic encara no es capaç de permetre reproduir verbalment segons quines sensacions. Visca New York i s'accepten propostes per a proxims destins (quan et recuperis econòmicament del next). Això si, no es pot baixar el llistó!!!
ResponderEliminarAdewa
Mani
Buscando información sobre Nueva York doy con este blog, otro q añado a mi lista. Y este me lleva a otros y así te puedes perder en el océano. Y además leo algunos post y veo que uno de los asiduos es Mr Neil Young.
ResponderEliminarFelicidades.
Mani,
ResponderEliminarNomés puc dir que The New York Experience ha estat a la alçada de les expectatives creades y que s'ha guanyat una segona visita. No sé quan... però ens tornarà a veure...
Jim Garry,
Gracias. Neil Young es uno de los artistas que más admiro y respeto, y siempre alegra encontrar alguien que siente lo mismo que yo. Vamos a ver tu site...
Un saludo!